Las cuerdas de instrumentos acústicos como la guitarra española cobran una vital importancia ya que, después del ejecutante, las maderas y la construcción, suponen el elemento más importante para producir el sonido de este instrumento de origen milenario.
La peculiaridad de las cuerdas para guitarra española es que las tres primeras cuerdas (Mi, Si, Sol) se suelen hacer de un solo filamento o hilo (ya sea nylon, carbono o titanio) mientras que las tres últimas se denomina “multifilamento” porque se usan varios hilos, normalmente entorchados a un núcleo interior construido de algún material flexible.
A la hora de elegir el tipo de tensión (básicamente la fuerza que ejerce la cuerda desde el puente hasta la cejilla) hay que analizar el uso que les vamos a dar, nuestra técnica al tocar y las características del instrumento en el que las vayamos a poner. A mayor tensión obtendremos un sonido más pleno, pero es más duro para la mano. Y al contrario, cuanto menor la tensión, más débil el sonido pero más cómodo a la mano.
Una regla general suele ser reservar las cuerdas de tensión alta para cuando vayamos a tocar en directo o hacer una grabación, a si vamos a tocar estilos muy percusivos como el flamenco. Podemos usar tensión blanda o media para estudiar o practicar, o en caso de que no tengamos suficiente fuerza en la mano, lo que puede prevenir lesiones. Pero, como siempre, lo mejor es ir probando diferentes hasta que encontremos la más apropiada a nuestras necesidades.