Con más de 80 años de historia, D’Angelico Guitars fabrican guitarras que destacan por su gran calidad y tono.
John D'Angelico, creador de D’Angelico Guitars, nació en Little Italy, en el Lower East Side de Manhattan en 1905 y en su temprana infancia ya se convirtió en aprendiz de su tío abuelo Signor Ciani, un experto fabricante de violines y mandolinas. Este aprendizaje prematuro se convertiría en la base de los principios de construcción que más tarde incorporó a sus mundialmente famosas guitarras de arco.
La primera tienda de D'Angelico se ubicó en el 40 de Kenmare Street, manteniéndose en el barrio italiano de la ciudad de Nueva York. La tienda era pequeña, pero perfecta para el proyecto humilde que quería desarrollar: los instrumentos de D'Angelico eran estrictamente hechos a mano, y en cantidades muy limitadas. A finales de la década de 1930, cuando la producción estaba en su apogeo, D'Angelico fabricaba aproximadamente 35 instrumentos al año con la ayuda de sólo dos trabajadores.
En 1952 entró como aprendiz en D’Angelico James D'Aquisto, un guitarrista y bajista de jazz, que en el futuro se convertiría en el preservador de la leyenda de D'Angelico para las generaciones venideras.
Después de varios altibajos en la empresa, actualmente D’Angelico Guitars puede estar orgulloso de su trayectoria de más de 80 años. Han pasado de una pequeña tienda en Little Italy a una gran sala de exposición en el centro de Manhattan, pero manteniendo el mismo objetivo humilde de sus unicios: producir guitarras excepcionales que mantienen el legado de John D'Angelico. Con las guitarras en manos de artistas muy influyentes y disponibles en distribuidores de todo el mundo, las guitarras D'Angelico no dejan indiferente a nadie. Sus líneas, que incluyen reediciones, nuevos diseños semi-huecos y la primera colección de cuerpos sólidos en los 85 años de historia de la marca, se definen por su notable calidad y tono.
En D'Angelico garantizan la máxima calidad de sus instrumentos, que están fabricados con muchísima pasión.